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A cuatro días de la entrada en vigor de un nuevo contrato colectivo en Pemex bajo el paragüas, ahora, de su nuevo status, está estallando un conflicto sindical al surgimiento de una nueva instancia de representación obrera denominada Sindicato Nacional de Empresas Petroleras de Estado, Petróleos Mexicanos, Subsidiarias y Filiales.
El órgano, sin reconocimiento oficial aún, está desconociendo, de entrada, la representatividad del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y su líder, Carlos Romero Deschamps.
Más aún, amenaza con ampararse contra la nueva escenografía laboral, bajo el argumento de violar derechos adquiridos por trabajadores y empleados.
El dirigente de la figura de kilométrico nombre es Miguel Ángel Machorro.
En la fase previa a la firma del nuevo contrato colectivo se ha acelerado la jubilación de entre tres y cuatro mil trabajadores, algunos de ellos bajo el señalamiento de disidentes, con la novedad de que las plazas se quedan congeladas.
De acuerdo a las reglas actuales, éstas son heredables a familiares en línea descendente u horizontal de los que se retiran.
La revisión de las cláusulas del pacto laboral se inició el 15 de junio pasado, con límite al 31 de julio y posibilidad de alargarse hasta el 12 de agosto.
Sin embargo, el paquete estuvo listo el fin de semana pasado.
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